“El año pasado ocurrió lo mismo y ya no aguanto más….” Es una de las frases más repetidas por cada uno de los miembros de la pareja según palabras de Gema López Durango, psicóloga en Kineos. Tras el verano y la vuelta al trabajo y a las rutinas diarias, hacen que los problemas relacionados con la pareja aumenten y nos encontremos con una situación desesperante.
¿Qué nos pasa durante las vacaciones?
A veces tener tiempo libre y pasar más tiempo con nuestra pareja, nuestros hijos y familiares, empeora la comunicación con ellos y en muchas ocasiones sea algo “imposible”. Parece que todo sean reproches, críticas hacia el otro, desgana ante lo que está ocurriendo y sin ganas de poner límite a los niños, que parecen “pequeños salvajillos” sin las rutinas y hábitos que tienen en etapa escolar y por tanto con más tiempo y fuerza para desafiarte, para retarte y sin saber aburrirse.
Nuestra psicóloga, Gema ¿qué podemos hacer para no llegar a esta situación? La forma en la que nos comunicamos es muy muy importante. Seguramente, en los últimos tiempos de nuestra relación, por las prisas, el estrés que llevamos con los horarios, los atascos, la monotonía…nuestra comunicación se haya visto deteriorada y se encuentre llena de reproches, de ataques, de críticas no bien enfocadas o incluso de silencio, pasividad ante el ataque. La pareja es un equipo y los dos reman en la misma dirección, ¿por qué atacarse en vez de buscar soluciones a lo que nos pasa?
Vamos a mejorar esta comunicación: cuando exista alguna situación que me produzca malestar tenemos que identificar la conducta concreta de la persona y conocer la emoción supuestamente negativa que me produce ese comportamiento concreto del otro y darlo a conocer de forma asertiva, en la cual pueda darle al otro una alternativa a nivel conductual y por consiguiente la emoción más positiva del mismo.
Dentro de la comunicación es importante favorecer la empatía y la escucha activa. Respetar cuando la otra persona hable, manteniendo el contacto ocular y entender los argumentos y el punto de vista de la otra persona. Esto no significa que uno u otra lleva razón, son interpretaciones diferentes a lo que ocurre, por tanto vamos a favorecer el acercamiento de posturas y a facilitar posibles soluciones ante tales interpretaciones de manera que la relación es la que salga reforzada.
Ya hemos mencionado que la pareja es un equipo, pues bien cada uno ha de realizar las actividades que le gusten y le reporten energía y bienestar planificando los horarios de éstas según los horarios familiares y por parte del acuerdo de ambos. Así mismo, la pareja requiere su tiempo, realizar actividades conjuntas, no sólo con los hijos sino también la pareja sola. Buscar una noche libre, un día o por qué no un fin de semana. Esta actividad ha de repetirse y no sólo hacerse de forma esporádica. Nuestro bienestar interfiere positivamente en el bienestar de la familia (pareja con/sin hijos). Estas salidas promueven el fijar objetivos no sólo a nivel familiar, sino también de forma individual y profesional.
En cuanto a la educación de los hijos, es normal que puedan existir pequeñas discrepancias, ya que venimos de educaciones diferentes, de familias distintas y desde luego de experiencias únicas, pero lo importante es poneros de acuerdo a la hora de abordar las posibles situaciones que causan el problema en el beneficio del menor y no desde el vuestro propio. Favorece la comunicación y el tiempo de calidad con cada uno de los miembros de la familia.
Si crees o sientes que podemos ayudaros a mejorar en este tipo de habilidades, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para poderte ofrecer las herramientas más adecuadas y poder así mejorar la manera de abordar y gestionar las situaciones, influyendo, por tanto en tu propio bienestar.
Gema López Durango es psicóloga sanitaria y Neuropsicóloga clínica (Nº Colegiada M-17123).Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, 2001.
Máster en Neuropsicología Clínica, ISEP Instituto Superior de Estudios Psicológicos, 2005- 2007.
Curso Neuropsicología infantil (definición, objetivos, evaluación y rehabilitación) ISEP, 2012.